Venecia *
Aún la sigues soñando, y es tan plácida
como la rumorosa lejanía
donde se balancean los silencios.
Seda del mar, tapices
en fasto vespertino que provocan
ilusión prematura en los dorados,
cuando vuelven del sol a desangrarse.
El verano barroco
puede ser buena época
para un encuentro a solas con la estatua
más viril, cuyo rostro
posea la belleza del diablo.
Venecia y el amor, tu sueño húmedo
como una estancada cercanía
donde sigues hundiéndote con ellos.
como la rumorosa lejanía
donde se balancean los silencios.
Seda del mar, tapices
en fasto vespertino que provocan
ilusión prematura en los dorados,
cuando vuelven del sol a desangrarse.
El verano barroco
puede ser buena época
para un encuentro a solas con la estatua
más viril, cuyo rostro
posea la belleza del diablo.
Venecia y el amor, tu sueño húmedo
como una estancada cercanía
donde sigues hundiéndote con ellos.
* Venecia es un poema de María Sanz. Las fotografías están tomadas en Venecia.
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